ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO DE LA MEZQUITA DE HASSAN II. |
Con el bello
paisaje del océano y el sonido de las olas romper en las piedras de la Mezquita
de Hassan II, lo primero que te atrapa es la fachada, una edificada como si el
entorno fuera un adorno más hecho por el hombre, así de mágica es la sensación
de mirar una obra como éstas.
Lejos de
cualquier credo, o religión, la obra desde el punto de vista arquitectónico es
excepcional. Diseñada por una de las mentes más creativas del último siglo, el francés
Michel Pinseau, lideró a poco más de 13 mil artesanos, escultores y
arquitectos que emplearon elementos poco vistos hasta la fecha en obras como
madera, mosaicos, granito y mármol para edificar una fachada que lucía única en
el mundo.
Desde el
punto de vista de la ingeniería civil, la idea de la mezquita sobre una
península artificial lucía arriesgada, sin embargo, el resultado final que duró
ocho años y vio la luz del día en 1993 maravilló a propios y extraños.
Con una torre
que la hace visible desde cualquier punto de la ciudad y más de 80 pilares que
sostienen su grandeza, el edificio por las noches apunta un rayo láser hacia La
Meca, y recibe a los creyentes todos los días y a los no creyentes, pues es la única
mezquita de Marruecos que está abierta a los no musulmanes, por lo
fantástico de su Arquitectura.
Elías Cababie Daniel
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