Aún en medio del
Bosque de Chapultepec, si se camina por el lado correcto hasta perderse, se
pueden encontrar con cosas fantásticas como Casa de Suiza. Esta breve pieza de
Arquitectura es una mano tendida, dado que representa las siete décadas de
relación diplomática entre México y Suiza; esta obra fue desarrollada por la
firma Dellekamp Arquitectos.
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| ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO |
Si bien su
construcción no fue una proeza, sí se empezó a construir con dificultades
puesto que al principio no había un lugar determinado para su instalación. Así
que se trabajó con la idea de que se pudiera colocar en cualquier sitio
haciendo mínimas correcciones.
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| ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO |
Su constitución
es el resultado de pequeñas piezas triangulares, en su totalidad de madera de
pino, como un homenaje a la forma más común de construir en Suiza, y con
algunas uniones de metal precisamente para promover este tipo de construcciones
en nuestro país. Aunque eso represente cierto conflicto por el tipo de
condiciones que tenemos aquí.
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| ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO |
Sin embargo, en
este ejercicio, el uso de módulos es bastante conveniente por la sencillez con
la que se puede transportar, montar y desmontar de un lugar a otro. Aunque una
vez armado el proyecto, esa sencillez es difícil de notar porque entre las dos
plantas que la constituyen llegan a los seis metros de altura; además el área
total que ocupa es de 32 metros cuadrados.
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| ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO |
Por supuesto que
si bien su nombre es Casa de Suiza, en el interior no vamos a encontrar muebles
y una decoración determinada, sino que se le va a utilizar como un espacio de
exposición de manera que funja como un embajador de la cultura suiza, de su
historia y de sus nuevas costumbre alrededor de la conservación ambiental.
De esta manera,
nos damos cuenta de que aún es posible encontrar en nuestra ciudad pequeños
tesoros traídos desde otros países.
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