El ámbito de la arquitectura, al ser un arte, es accesible, en mayor
o menor medida, para todo el que quiera ser parte de él. Desde los grandes
personajes de traje que optan por edificios que casi toquen el cielo así como
personas que gustan de la elegancia de la morada más discreta. Hace algunos
días conocí a un par de espíritus libres que, según me dijeron en ese momento,
habitaban en un hogar que podría interesarme.
Bastó llegar al llegar y ver la fachada de frente para saber cuál
iba a ser su gran atractivo. La pared principal estaba hecha completamente de
ventanas, diferentes una de las otras, a algunas sólo les fueron sustituidos
algunos vidrios pero la esencia de los marcos estaba ahí. Inclusive la puerta
es una ventana.
Nick Olson y Lilah Horwitz son un par de espíritus libres como los
que hacía referencia al principio. Él era fotógrafo y ella diseñadora, y un día
tomaron la decisión de dejar sus actividades laborales y emprender la tarea de
la construcción de esta cabaña.
Enclavada al borde de un espeso bosque de West Virginia está su
breve vivienda. Hablar en este contexto de iluminación sería un tanto
innecesario dado que tiene tanta luz natural como necesitan puesto que
prescindieron de las cortinas.
Sin embargo, es una cabaña rústica en toda la extensión del
concepto, se entra en un único espacio en el que hay una pequeña mesa en la
esquina y una cómoda cama en la otra. En medio de esta única habitación tiene
una estufa de madera colocada sobre piedras de río; pero el resto de la
propiedad está construida completamente con tablas de madera que no se
molestaron en lijar siquiera.
En la parte de atrás, tienen el resto de los servicios, pero son
igual de rústicos. Y la verdad es que da gusto ver este tipo de obras de vez en
cuando, es como un recordatorio de lo mucho que se puede hacer con algunos
materiales y la herramienta correcta.
Elías Cababie Daniel
No comments:
Post a Comment