Imponente, así saluda el John Hancock Tower a
Chicago, con sus 100 plantas repartidas en impresionantes 344 metros de altura,
que se vuelven en todo un referente al ser considerado uno de los edificios más
altos de la ciudad.
Fue terminado en 1970 y enseguida se convirtió
en un ícono urbano de la ciudad, al ser considerada la primera gran torre que
servía como edificio de uso mixto, donde se englobaban residencias, oficinas y
restaurantes.
ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO JOHN HANCOCK CENTER
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Un sistema tubular en su estructura de acero le
permite al edifico soportar los fuertes vientos de la ciudad, los cuales
mantienen fijo el sistema de forma horizontal. Un toque de ingeniería preciso,
que permitió causar nuevos paradigmas en materia de edificación de rascacielos
en la ciudad.
ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO JOHN HANCOCK CENTER
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Este emblema de Chicago cubierto en un elegante
y sobrio color negro, permanece abierto al público pues en su piso 94 se puede
acceder a uno de los miradores más impresionantes que existen, donde puedes ver
toda la ciudad incluyendo al Lago Michigan.
Además el piso 95 y 96 son un restaurante
giratorio, un lugar ideal para comer y tener una vista magnifica de la ciudad
de los vientos.
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