En la Bahía de Copenhagen, Noruega,
se ubica un conjunto habitacional en forma de largos picos de colores terrosos;
Krøyers Plads. Este desarrollo se divide en seis edificios, cuyos volúmenes se
estiran, tuercen y distorsionan en tres dimensiones para crear un rango de
versatilidad entre las formas del mismo conjunto.
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTOKRØYERS
PLADS
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTOKRØYERS
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Esta composición irregular destaca
en el horizonte de la costa de la ciudad. La forma de sus techos tienen un
fuerte vínculo con la tradición arquitectónica de Copenhagen, creando un
diálogo simbólico entre las construcciones que los rodean.
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTOKRØYERS
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Entre si, los edificios varían en
altura, algunos tienen ocho pisos mientras que otros llegan incluso a catorce.
En la base se ubica un área comercial y de estacionamiento, la cual crea una
conexión estratégica entre la rambla que corre junto al mar, la calle principal
y los jardines de los edificios.
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTOKRØYERS
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El aspecto glaseado de los edificios
no es meramente una cuestión decorativa; las ventanas corren de piso a techo e
incluso en ocasiones los techos también permiten ver hacia el exterior. Las
fachadas de cristal están recubiertas por un sistema de listones y rejillas que
protegen del sol y dan privacidad a los habitantes; dicha cubierta está hecha
de materiales naturales, tales como cobre rojo, terracota y pizarra natural. El
juego entre estos materiales y el acero inoxidable de la estructura crea una
sensación de entrelazado en la fachada.
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ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTOKRØYERS
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Elías
Cababie Daniel
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