El arquitecto
mexicano Leónides Guadarrama diseñó este recinto sobre una superficie de 15 mil
metros cuadrados, en una de las medidas que se han hecho para reformar los
sitios característicos del histórico Bosque de Chapultepec.
De esta
forma, el Museo de Historia Natural en la capital del país revivió y le ofrece
a los habitantes de la ciudad colecciones científicas que avalan la belleza y
esplendor de las ciencias naturales en la vida del hombre.
Difícil es
pensar en México sin los importantes museos que certifican la grandeza de
nuestro país en materia cultural, y si hablamos de un ambiente íntimo, que
promueve la ciencia en el devenir social del ser humano, además de una pieza
arquitectónica muy linda tenemos que resaltar este museo de Historia Natural,
con una construcción al centro de la que se desprenden 7 fuentes que permanecen
como una invitación al viajero a visitar las 9 salas de exhibición fijas:
Taxonomía, Adaptación de los seres vivos, Evolución, Biología, Origen de la
vida, Tierra, Universo, Distribución de los seres vivos, y por supuesto, El Hombre, como elementos
principales.
Es importante
mencionar que después de más de 100 años de historia, el recinto ha cambiado de
nombre y sede en múltiples ocasiones, hasta su actual ubicación en la segunda
sección del Bosque de Chapultepec con el nombre, Museo de Historia Natural y
Cultura Ambiental.
De esta
forma, el recinto intenta responder uno de los grandes temas de estudio en las
ciencias naturales con ejemplos, salas didácticas que acercan a los habitantes
de la capital a intentar responder grandes preguntas que giran en torno a la
creación del universo y la vida en el planeta tierra. Muchas que seguro hemos
intentado responder alguna vez.
Elías Cababie
Daniel.
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