A fines de los 40, José Jerónimo de la Lama
lotificó la colonia Nápoles de la Ciudad de México y conservó para uso privado un
predio de 54,000 metros cuadrados, entre las calles de Insurgentes, Filadelfia,
Dakota y Montecito, que recibía el nombre de Parque de la Lama.
Su nieto, el arquitecto Guillermo Rossell de la
Lama le presentó un proyecto para crear ahí un centro turístico, urbano, cívico
y cultural, que posteriormente se vendió al empresario español Manuel Suárez y
Suárez. Pero la oposición del Jefe del Departamento del Distrito Federal,
Ernesto P. Uruchurtu (1952 -1966), quien quería expropiar el terreno para
convertirlo en parque público detuvo la obra.
En 1966, el proyecto de Rossell ganó el primer
lugar en el XIII Concurso Internacional de Arquitectura en Munich e
inició la construcción del complejo arquitectónico que contemplaba la creación
del Hotel de México, el Polyforum, parque comercial, escuela de Arte Público, mercado de artesanías,
teatro, cine-club, zona de recreación y jardines, centro nocturno con
espectáculos internacionales, auditorio para ferias o convenciones,
estacionamiento y terminal de transporte colectivo. Además del antiguo Parque de
la Lama, se ocupó un terreno anexo y la calle que los dividía: 81,000 metros
cuadrados.
La edificación no se concluyó antes de la celebración
de los Juegos Olímpicos de 1968, por lo cual enfrentó problemas económicos.
Cuatro años después inauguraron la torre de 50
pisos del Hotel de México, 207 metros de
altura con todo y antena (172 de construcción), pero las principales fachadas
estaban aún en obra negra. Sin embargo,
el Polyforum, el centro de convenciones, área comercial, estacionamiento y
restaurante giratorio comenzaron a funcionar.
Lentamente, durante los 70 y 80se construyeron
algunas fachadas. En 1987 con la muerte de Manuel Suárez y Suárez, sus deudos
firmaron un contrato de fideicomiso con el gobierno federal para crear el
Centro Internacional de Exposiciones y Convenciones.
En 1992, el Banco de Comercio Exterior se
convirtió en socio mayoritario del WTCy adjudicó a la empresa GUTSA el proyecto de remodelación y renovación de la
estructura con tecnología antisísmica que incluía 56 amortiguadores y 232
pilotes a 45 metros de profundidad. Y por fin todo el edificio se inauguró el
18 de noviembre de 1994.
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