Escuché alguna
vez un dicho que decía que un Ferrari, era la pieza de ingeniería más exquisita
del mundo. Creo que al ver uno en acción, no podemos negar que ese dicho tiene
mucho de cierto. Qué pasa ahora cuando se fusiona el nombre del Cabalino
Rampante con una bella pieza arquitectónica.
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Rectas, curvas,
y una estructura que se edificó gracias
a ingenieros expertos en tecnología tridimensional. Según la revista, “Maravillas del nuevo
mundo”, su icónica y audaz cubierta roja ha sido inspirada directamente por la
clásica curva doble de la línea del Ferrari GT, abarcando más de 200,000 m² e
incorporando el logo más grande de Ferrari construido a la fecha, 65×48 metros.
Algunas de sus
atracciones son la Formula Rossa, una montaña rusa que produce una fuerza G
similar a la que se siente conducir un coche de Fórmula 1, con velocidades
superiores a los 200 km/h, además de aceleraciones y frenadas características
de un monoplaza. También está el Ferrari 599, un viaje aéreo a 62 metros de
altura por medio de un motor V12, el mismo del citado vehículo motorizado.
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Sin duda alguna,
una experiencia atrapante en todos los sentidos y llena de matices increíbles
de asombro, después de todo, quién no ha soñado con manejar un Ferrari.
Elías Cababie
Daniel
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