El museo Guggenheim Bilbao, España, es una de las obras más conocidas del arquitecto de origen canadiense Frank Owen Gehry, ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2014, Premio Pritzker en 1989 y Premio Imperial Japonés 1992, entre otros reconocimientos.
Hace 25 años, el gobierno Vasco propuso a la Fundación Solomon R. Guggenheim financiar un museo en su deteriorada zona portuaria con el fin de revitalizar la ciudad, recuperar la Ría del Nervión (desembocadura de los ríos Nervión e Ibaizábal) y darle nuevos atractivos culturales.
Además del titanio, el
exterior del Guggenheim Bilbao, tiene piedra caliza y vidrio, de acuerdo al
clima cambia de tonalidad presentando una especie de iridiscencia.
El museo cuenta con
11,000 metros cuadrados de exposición, distribuidos en 19 galerías, la más grande
mide 30 metros de ancho por 130 de largo. Diez de ellas tienen una trazado ortogonal
clásico y nueve siguen las formas orgánicas revestidas de titanio.
Se considera que con esta
obra, Gehry cambió la forma en que arquitectos y público conciben un museo.
Lo más importante es que
consiguió toda una transformación del panorama urbano, hecho que se conoce como
el “Efecto Bilbao”. Tan sólo en los
primeros tres años de funcionamiento el museo Guggenheim Bilbao recibió cuatro
millones de turistas, lo cual generó 500 millones de dólares en ganancias. La
derrama económica para los hoteles, restaurantes, tiendas y transportistas de
la ciudad vasca, sumaron más de 100 millones de dólares en impuestos: objetivo
superado.
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